martes, 4 de noviembre de 2014

Mi oda a tu homicidio.


La ansiedad viene cuando a mí llega tu recuerdo, y, te pienso. Como si fuera presa de una mezcla entre asco y sufrimiento.

QUE NO TE QUIERO.

Este amor truncado posee todo mi cuerpo. 
Como víctima de un antojo y como un despojo me arrastra hasta tu espejo. Y te observo y no te reconozco. Como si cualquiera, como si ninguno. 

De espejo a reflejo. De seco a verdejo. De la verdad a la muerte, y, así te quiero; muerto. Metafóricamente. 

No hay comentarios: