Sabes, soy una amante de la delgadez extrema.
De lo pobre.
Del blanco.
Del espacio.
Del vacío.
Sus clavículas como espinas.
Me encantan los picos.
Lo saliente.
Las rocas erosionadas a golpe de granizo.
Me deshago perfilando nudillos, rodillas, tobillos...
Sus vértebras marcadas. Como la columna vertebral de un cocodrilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario