domingo, 5 de octubre de 2014

Perdona si te llamo amor.

El amor como individualismo, como dijeron mi hermana y Zizek, me parece extremadamente violento. Qué manera de amar es esa, la de focalizar toda tu energía, todo tu... "amor" , en una sola persona. Pero qué clase de suicidio es ese. No creo en la fidelidad prostituida que hemos comprado. El amor hacia un solo individuo, amor individual, víctima del dualismo. Vivido desde dos perspectivas, desde dos percepciones, nadie sabe cuánto de equilibradas y cómo de comparadas con un punto imparcial, con una visión ajena, real. No infectada de la enajenación producida por la emoción de la concentración de dicho "sentimiento" en un solo ser.
No estamos preparados para lidiar con una relación con toda la mierda que llevamos a la espalda. 
Querida humanidad, estamos enfermos y el contagio no es la cura. Cargar al prójimo con todos nuestros bultos y heridas, me parece un acto extremadamente egoísta. Como el de indiviDUALIZAR el amor. Somos víctimas de un dualismo, por qué reproducir otro entre nosotros. Por qué reproducirnos entre nosotros y reproducir en nuestros descendientes la misma infección. Somos plagios, de otro plagio de plagios, y así sucesivamente. 
Por eso, amados, predico un amor libre. 
OJO! Jamás libertino. 
Pero qué fue de la libertad de amar sin límite. 
Lo que se entiende por amor como sentimiento puro. Sin ánimo sexual, o quizás sí, pero no como base. 
Como base el alma. Como beso una danza. 
Un amor universal. 


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